domingo, 6 de julio de 2008

El hombre que soñó que se caía de la cama, 2006, Curro González


El hombre que soñó que se caía de la cama 2006
mixta / tela, 200 x 500 cm
Curro González (Sevilla, 1960) “No creo que un cuadro pueda cambiarnos la vida... Sinceramente, no creo que el arte pueda hacerlo. Para mí que su cometido debiera ser otro, más modesto... Si algo significativo puede hacer el arte, es reflexionar sobre el vacío, sobre la brecha que se abre en el conocimiento de nosotros mismos. El sentimiento de no completado, de imperfección; en suma, ahondar en la paradoja de nuestra existencia... Pero, aun así, en ocasiones vemos el mundo en un cuadro. Ahora que hace ya tiempo que la pintura debió de morir, cuando ya ni nos sorprende que se resista a ello, como una bestia testaruda que se negase a subir la rampa del matadero; ahora que, desalojada del camino principal, no tiene nada que perder, quizá pueda volver a sentir la libertad de ocupar un espacio propio. La pintura lleva siglos reflexionando sobre nosotros mismos y puede continuar haciéndolo si deja de mirarse al ombligo. Su gran argumento podría ser forzar en nuestra imaginación una presencia que, por su condición fugaz, debería ser crítica. Una presencia que finalmente narre su propio desvanecimiento.” (Curro González, La Herida, 2004)
Curro González tiene una obra pictórica importante. En sus inicios tuvo una fuerte influencia expresionista más en la expresión que en el contenido pero a medida que fue perdiendo esta impronta expresionista, fue consolidando una figuración "realista" casi escultórica de los personajes y los objetos y el tema fue ganando complejidad. El barroquismo y el horror vacui que caracterizan sus últimos trabajos se corresponderían con esa visión compleja. La convención del cuadro (y la pintura), arraigada y eficaz, continúa vigente a pesar de la vitalidad y extensión de los nuevos medios gracias a muchos artistas que como Curro González renuevan y vivifican esta convención artística en sus obras.
Su obra figura en las más importantes colecciones y museos españoles como la Fundación La Caixa, el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, la colección Banco de España, ARTIUM, el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo, la colección Cajamadrid, la Fundación Coca-Cola, el Ayuntamiento de Pamplona o la colección Unicaja.
En El hombre que soñó que se caía de la cama, como en otras muchas de sus obras, se toma así mismo como protagonista.
La entrevista ayuda a comprender mejor su trabajo.

1 comentario:

CarmeLa dijo...

MARAVILLOSO: todos deberíamos soñar alguna vez lo mismo.
Cada imagen es una sorpresa liberadora y absolutamente gratificante. Para el espectador es una gozada llena de humor!!!