Conocí a Gonzalo Puch (1950) en Sevilla a mediados de los ochenta, no lo recuerdo como pintor, sabía que pintaba pero no ví sus cuadros y sólo conservo su imagen, no porque fuera invasivo ni siquiera especialmente extrovertido, al contrario, por su elegante y lejana presencia y su media-sonrisa. En unos momentos en los que los artistas defendían su lugar con verdadero ahinco, él se mostraba reservado, al menos no se desgastaba en luchas ajenas. No le conocía mucho por lo tanto lo describo sin dar mucho pábulo a mi memoria. Lo que si puedo afirmar es que, más tarde, el trabajo de este, tal como lo recuerdo, "pensador que observa" ha llegado a un nivel de poesía extraordinario. No importa si sus fotografías, instalaciones y vídeos tienen una carga conceptual importante, tratan de la arquitectura, del espacio o tienen una preocupación medioambiental sino que todas ellas alcanzan un grado de misterio y de lirismo que las hace totalmente emocionantes.
Mostramos parte de su proyecto, Laboratorio Exterior.
Mostramos parte de su proyecto, Laboratorio Exterior.
1 comentario:
Estupendo vídeo: el de las esferas translúcidas.
....Seguro que la enfermera corría para ponerle una tirita a un árbol enfermo....Buena chica!!!
Carmen
Publicar un comentario